Alergias primaverales
Las tardes son largas, el frío retrocede; el tiempo alterna alocada e imprevisiblemente entre viento, lluvia y sol, a menudo en un mismo día. Salimos más a la calle, las terrazas se llenan. El invierno ya es sólo un recuerdo y el verano una cercana promesa. Es la primavera.
Esta estación, asociada a conceptos positivos como renovación y renacimiento, tiene también otros aspectos mucho menos agradables, como los exámenes finales, la mezcla de ansiedad y esperanza de la operación bikini, la astenia y una explosión de alergias provocadas por el polen.
Las alergias primaverales son muy frecuentes (más en ambientes urbanos, ya que la contaminación favorece su efecto), afectando a entre el 15% y el 25% de la población. Aunque en su inmensa mayoría no son graves, sí que son fuente de malestar e incomodidad.
Concepto
Toda alergia es una respuesta inmunológica (defensiva) errónea y exagerada de nuestro organismo ante una sustancia (alérgeno), inofensiva, que generalmente no provoca ninguna reacción en la mayoría de las personas (es decir, el problema no radica en la sustancia sino en el individuo alérgico; se puede presentar alergia a, literalmente, cualquier cosa). Dicha respuesta implica la producción y liberación de diversos compuestos, entre los que destaca la histamina, que son los responsables de los síntomas y trastornos concretos de la alergia.
En la alergia primaveral, el alérgeno es el polen inhalado. El polen es producido por las flores masculinas para fecundar a las femeninas. Las plantas responsables varían según la localización geográfica, aunque la inmensa mayoría se deben a las gramíneas. La cantidad de polen en el aire depende de las condiciones climatológicas como la lluvia (que por un lado limpia la atmósfera pero, por el otro, favorece la floración), el viento, etc.
Síntomas
Los principales síntomas de la alergia al polen son los siguientes:
- Picor y lagrimeo ocular, molestias a la luz (conjuntivitis)
- Picor en nariz, garganta y paladar
- Congestión nasal, moqueo y estornudos (rinitis)
- Dificultad para respirar, tos y pitidos, sobre todo después del ejercicio físico (asma polínico)
- Enrojecimiento de la piel